El Reino de Koshin, también llamado Reino de Oriente, comenzó a establecerse en el año 10 D.D., más o menos al mismo tiempo que la Reina Madre impuso El Velo mental a los dragones de su Imperio; pero logró su total asentamiento cerca del 15 D.D.. Su territorio se extiende por lo que antes era China, parte de Mongolia y Rusia; lo que ha quedado de la India y los países sureños como Tailandia, Vietnam, Laos, Myanmar, etc; tras las inundaciones del cambio climático.
La figura de poder que rige el Reino de Koshin es el Emperador, o Ten'no; cuyo cargo es hereditario y cuya estirpe desciende de Yujin, Primer Emperador de Koshin y Salvador de Oriente. Por el momento el Emperador Yujin es quien sigue gobernando Koshin , tras su boda con la humana Akemi y el nacimiento de su príncipe heredero al trono Fhujin. El ser padre de un híbrido también le ha otorgado el título de Resu no Oppa ("padre de las razas"). No obstante, se especula que muy pronto el Emperador abdicará a su hijo, lo que podría hacer temblar la estabilidad que ha mantenido hasta ahora.
La familia Imperial reside en Koshin Capital, en el interior del Palacio Imperial, en el centro de la ciudad.
Koshin se divide en cuatro sub-reinos o shogunatos con capitales homónimas: Hongyun, Rishad, Nyujeido y Koshin; siendo ésta última el centro neurálgico y capital del Reino. Cada shogunato está dirigido por un Shogun (un general militar de alto rango) designado por el Emperador, y su sistema de gobierno se basa en pequeños feudos dirigidos por familias adineradas o militares que responden ante el Shogun.
Los cuatro Shogunes de Koshin pertenecen al Hyogi Kai, el consejo personal del Emperador. Por ende, aunque todos ellos responden ante el Emperador, el gobierno de Koshin depende de las decisiones tomadas por este consejo de forma democrática, en el que el Emperador tiene el papel de mediador y el deber de romper cualquier posible empate en las votaciones.
La cultura koshiana es muy diferente a la del Imperio del Fuego. Aunque Koshin también ha retrocedido a una sociedad medieval, sus costumbres, moda y arte son totalmente asiáticas, así como el aspecto físico de sus gentes. Incluso los dragones de koshin poseen una forma humana oriental. El código de conducta koshiano tiene como pilares la religión y el código del Bushido; por lo que en general es una sociedad que fomenta conceptos muy arraigados y profundos, como el honor, el respeto y el pudor En Koshin los humanos y los dragones están en igualdad de condiciones y son juzgados como iguales: no existe la pena de muerte, la esclavitud está abolida desde hace siglos, los híbridos están bien vistos por la mayor parte de la sociedad (ergo no existe ningún estigma que prohíba las relaciones entre humanos y dragones) y tienen las mismas oportunidades y derechos que cualquiera. Además en Koshin están terminantemente prohibidos los Desafíos.
Por otra parte, en oriente no existe ningún Velo que haya cegado a los dragones durante décadas, ni hay tanta desinformación general sobre lo que ocurrió antes, durante o después de la Guerra del Despertar. Por desgracia, sí es cierto que existe cierta "ignorancia" al respecto, pues la mayor parte del conocimiento antiguo se perdió en la Guerra o fue destruido y quemado por los súbditos de la Reina Madre. Igualmente, los koshianos apuestan por la recuperación de la tecnología, aunque de una forma moderada, asegurándose de que no resulte peligrosa para el medio ambiente o para ellos mismos.
La figura de poder que rige el Reino de Koshin es el Emperador, o Ten'no; cuyo cargo es hereditario y cuya estirpe desciende de Yujin, Primer Emperador de Koshin y Salvador de Oriente. Por el momento el Emperador Yujin es quien sigue gobernando Koshin , tras su boda con la humana Akemi y el nacimiento de su príncipe heredero al trono Fhujin. El ser padre de un híbrido también le ha otorgado el título de Resu no Oppa ("padre de las razas"). No obstante, se especula que muy pronto el Emperador abdicará a su hijo, lo que podría hacer temblar la estabilidad que ha mantenido hasta ahora.
La familia Imperial reside en Koshin Capital, en el interior del Palacio Imperial, en el centro de la ciudad.
Koshin se divide en cuatro sub-reinos o shogunatos con capitales homónimas: Hongyun, Rishad, Nyujeido y Koshin; siendo ésta última el centro neurálgico y capital del Reino. Cada shogunato está dirigido por un Shogun (un general militar de alto rango) designado por el Emperador, y su sistema de gobierno se basa en pequeños feudos dirigidos por familias adineradas o militares que responden ante el Shogun.
Los cuatro Shogunes de Koshin pertenecen al Hyogi Kai, el consejo personal del Emperador. Por ende, aunque todos ellos responden ante el Emperador, el gobierno de Koshin depende de las decisiones tomadas por este consejo de forma democrática, en el que el Emperador tiene el papel de mediador y el deber de romper cualquier posible empate en las votaciones.
La cultura koshiana es muy diferente a la del Imperio del Fuego. Aunque Koshin también ha retrocedido a una sociedad medieval, sus costumbres, moda y arte son totalmente asiáticas, así como el aspecto físico de sus gentes. Incluso los dragones de koshin poseen una forma humana oriental. El código de conducta koshiano tiene como pilares la religión y el código del Bushido; por lo que en general es una sociedad que fomenta conceptos muy arraigados y profundos, como el honor, el respeto y el pudor En Koshin los humanos y los dragones están en igualdad de condiciones y son juzgados como iguales: no existe la pena de muerte, la esclavitud está abolida desde hace siglos, los híbridos están bien vistos por la mayor parte de la sociedad (ergo no existe ningún estigma que prohíba las relaciones entre humanos y dragones) y tienen las mismas oportunidades y derechos que cualquiera. Además en Koshin están terminantemente prohibidos los Desafíos.
Por otra parte, en oriente no existe ningún Velo que haya cegado a los dragones durante décadas, ni hay tanta desinformación general sobre lo que ocurrió antes, durante o después de la Guerra del Despertar. Por desgracia, sí es cierto que existe cierta "ignorancia" al respecto, pues la mayor parte del conocimiento antiguo se perdió en la Guerra o fue destruido y quemado por los súbditos de la Reina Madre. Igualmente, los koshianos apuestan por la recuperación de la tecnología, aunque de una forma moderada, asegurándose de que no resulte peligrosa para el medio ambiente o para ellos mismos.
Moneda y Comercio
En Koshin el sistema de moneda es similar al del Imperio del Fuego: cobre, plata y oro; llamados respectivamente dö, jin y geum. Cien dös hacen un jin. Cien jins hacen un geum. Y mil geums hacen una moneda de platino o shirogane. No obstante, las monedas koshianas son diferentes, ya que todas poseen un agujero cuadrado en el centro, lo que las hace fácilmente identificables.
Los precios de los productos de primera necesidad (comida, ropa sencilla, utensilios básicos, etc), rondan entre varios dös y unos pocos jins. Las cosas básicas pero caras (armas, monturas, armaduras básicas, herramientas sofisticadas, etc), puedan costar varias decenas de geums. Las cosas que valen más de quinientos geums suelen considerarse artículos de lujo, como podrían ser obras de arte, terrenos, joyas exclusivas, libros originales, etc.
Idiomas
En Koshin (gentilicio: koshiano/a) el idioma oficial es el kosh, descendiente del chino y el japonés, cuya escritura mantiene el sistema tradicional de kanjis de lectura oriental (de derecha a izquierda), y un total de dos alfabetos escritos: el alfabeto kanji o tradicional se usa para comunicados oficiales o para escribir nombres propios; y el hiragana es el que se usa de un modo más común, ya que es más simple y fácil de escribir.
Aunque el kosh se hable en todos los shogunatos, existen varios dialectos dependiendo de la región:
- En Rishad (gentilicio: rishadita) se habla el kosh, del mismo modo que en la capital.
- En Hongyun (gentilicio: hongy) se habla el hong-kosh, un dialecto influenciado por el idioma vietnamita y el tailandés.
- En Nyujeido (gentilicio: nyujeita) se habla el Nyu-kosh, dialecto que incluye palabras e incluso kanjis modificados, más cercanos al koreano.
No obstante, dado que la Guerra del Despertar formó parte de su historia, no es extraño que algunos estudiantes decidan aprender taloniense para poder leer sobre las atrocidades cometidas tras el Despertar o informarse sobre la Sedición Oriental. Empero, es un idioma que se estudia por interés académico y que sólo los estudiosos pueden llegar a dominar lo suficiente como para poder conversar fluidamente.
Contrariamente, los habitantes del Imperio del Fuego desconocen casi por completo el idioma kosh, por lo que deben aprenderlo prácticamente desde cero. No obstante, los dragones occidentales y orientales sí comparten el mismo idioma dracónico, que pueden hablar si están transformados en su forma original, o con la cabeza de la Forma de la Bestia. Algunos de los dragones Imperiales aprendieron a chapurrear kosh durante la Guerra del Despertar y, tras levantarse El Velo, han logrado recordar algunas palabras, verbos y kanjis; de manera que podrían llegar a hacerse entender pero no podrían tener conversaciones fluidas, ni leerlo o escribirlo sin estudiarlo.
Religión
En los inicios de la Sedición Oriental, las prácticas religiosas orientales se encontraban disgregadas y dispersas por los territorios sin que, en apariencia, hubiera un hilo conductor entre ellas. De hecho, muchas veces la política de los reinos se veía influenciada por las diferencias entre creencias. Sin embargo, con el despertar de los Dioses Elementales, muchos maestros y profetas de las distintas religiones aseguraron recibir simultáneamente una revelación en forma de "iluminación": Los Dioses Elementales habían vuelto a manifestarse porque deseaban que tanto humanos como dragones volvieran a sus inicios, a comprender que todos los seres vivientes son parte del mismo cosmos.
Así fue como surgió la religión Yoriokina ("El mejor yo"), cuyo objetivo es buscar la paz espiritual con los elementos y alcanzar la mejor versión de uno mismo. Se trata de una religión muy introspectiva, apoyada en los pilares culturales del honor, el respeto y la autodisciplina. De hecho, los templos yoriokinos de los Reinos de Koshin enseñan a sus adeptos a utilizar y desarrollar sus dones elementales a través de artes marciales como el tai chi o el kung fu. Incluso los dragones acuden para mejorar su control sobre el aire y potenciar sus habilidades.
No consideran a los elementos como "dioses" en sí mismos, sino fuerzas naturales primigenias tan creadoras como destructoras, por lo que éstos no reciben nombres ni son representados como lo hacen en el Imperio del Fuego. Para ellos son conceptos más abstractos y primales.
Las prácticas yoriokinas se componen de una mezcla de las antiguas religiones orientales como el Taoísmo, el Budismo y el Confuncianismo; que incluyen prácticas como la meditación, el uso de mantras para rezar y sintonizar con los elementos, ritos de agradecimiento al Universo por todo lo que se posee, rezos en nombre del Emperador, etc. El más practicado es llamado Mukö ni naru ("volverse vacío"), en el que cada mes se adora y se medita sobre un elemento distinto, pasando por una transición en el que uno acaba volviéndose "nada" y comprendiendo el universo en toda su complejidad.
El yoriokinismo es la religión oficial en todos los reinos de Koshin. Algunas familias rinden culto a los Dioses Elementales de forma diferente o de un mundo más "occidental", pero no está muy bien visto en la sociedad koshiana practicar religiones o variantes distintas, ya que se considera que no son el verdadero camino a la iluminación.
Dado que el yoriokinismo podría considerarse más un código de conducta y de crecimiento del "yo", incluso los ateos que no creen en dioses practican esta religión para lograr la paz mental, o aunque sólo sea para mantener las apariencias.
Una pequeña minoría se atreve a practicar otras religiones antiguas, como el hinduísmo, el islam o incluso el cristianismo. Pero sobre el papel todos los habitantes de Koshin son yoriokinistas.
El Culto a la Reina Madre del Imperio del Fuego está totalmente prohibido en Koshin, y se considera un acto de traición al Emperador.
El despertar de los Dioses Elementales trajo consigo también una nueva clase de criaturas mágicas que desde hace un par de años han colonizado los bosques y conviven con la fauna y flora más comunes. Podéis encontrar más sobre ellas en nuestro bestiario.
Por supuesto, se pueden encontrar los animales de granja y domésticos habituales en todas las poblaciones del mundo: caballos, vacas, perros y gatos de distintas razas, ovejas, etc.
Así fue como surgió la religión Yoriokina ("El mejor yo"), cuyo objetivo es buscar la paz espiritual con los elementos y alcanzar la mejor versión de uno mismo. Se trata de una religión muy introspectiva, apoyada en los pilares culturales del honor, el respeto y la autodisciplina. De hecho, los templos yoriokinos de los Reinos de Koshin enseñan a sus adeptos a utilizar y desarrollar sus dones elementales a través de artes marciales como el tai chi o el kung fu. Incluso los dragones acuden para mejorar su control sobre el aire y potenciar sus habilidades.
No consideran a los elementos como "dioses" en sí mismos, sino fuerzas naturales primigenias tan creadoras como destructoras, por lo que éstos no reciben nombres ni son representados como lo hacen en el Imperio del Fuego. Para ellos son conceptos más abstractos y primales.
Las prácticas yoriokinas se componen de una mezcla de las antiguas religiones orientales como el Taoísmo, el Budismo y el Confuncianismo; que incluyen prácticas como la meditación, el uso de mantras para rezar y sintonizar con los elementos, ritos de agradecimiento al Universo por todo lo que se posee, rezos en nombre del Emperador, etc. El más practicado es llamado Mukö ni naru ("volverse vacío"), en el que cada mes se adora y se medita sobre un elemento distinto, pasando por una transición en el que uno acaba volviéndose "nada" y comprendiendo el universo en toda su complejidad.
El yoriokinismo es la religión oficial en todos los reinos de Koshin. Algunas familias rinden culto a los Dioses Elementales de forma diferente o de un mundo más "occidental", pero no está muy bien visto en la sociedad koshiana practicar religiones o variantes distintas, ya que se considera que no son el verdadero camino a la iluminación.
Dado que el yoriokinismo podría considerarse más un código de conducta y de crecimiento del "yo", incluso los ateos que no creen en dioses practican esta religión para lograr la paz mental, o aunque sólo sea para mantener las apariencias.
Una pequeña minoría se atreve a practicar otras religiones antiguas, como el hinduísmo, el islam o incluso el cristianismo. Pero sobre el papel todos los habitantes de Koshin son yoriokinistas.
El Culto a la Reina Madre del Imperio del Fuego está totalmente prohibido en Koshin, y se considera un acto de traición al Emperador.
Calendario y Festividades
El calendario oriental sigue el patrón del calendario lunar, pero se han renombrado los meses con los nombres de los distintos elementos que, según la religión yoriokina, hay que adorar cada luna para lograr el Mukö ni naru. En orden los meses son:
- Mes del aire
- Mes de la nube
- Mes del rayo
- Mes del fuego
- Mes del humo
- Mes de la madera
- Mes de la tierra
- Mes del metal
- Mes de la montaña
- Mes del hielo
- Mes de la lluvia
- Mes del agua
- Mes del vacío
Además, los años vuelven a contarse utilizando las referencias animales chinas tradicionales:
- Año del jabalí
- Año de la rata
- Año del buey
- Año del tigre
- Año del conejo
- Año del dragón
- Año de la serpiente
- Año del caballo
- Año del carnero
- Año del mono
- Año del gallo
- Año del perro
Repitiéndose en ese orden a lo largo de los años. Algunos de los meses conllevan ciertas festividades asociadas:
- Año Nuevo: El fin del mes del vacío da paso al mes del aire, y con ello al nuevo año. Las ciudades y los pueblos se llenan de decoraciones con la forma del animal del año que está por venir. Se encienden farolillos que se arrojan al aire para llenar el cielo nocturno de luces, y se hacen desfiles por las calles abarrotadas de gente y puestos. Es una de las fiestas más multitudinarias y esperadas por los koshianos.
- Fiestas Elementales: Cada mes elemental (aire, fuego, tierra y agua) coinciden con los solsticios y equinocios del año. Es costumbre acudir a los templos a rezar durante todo el día, y presenciar las demostraciones marciales y mágicas de los estudiantes y maestros de los templos. También es común entregar ofrendas a cada elemento en los templos, y dedicar el día a la meditación y al rezo.
- Fiesta del Cerezo: El mes del humo se caracteriza por la transición de la estación húmeda a la seca. El sol trae consigo el florecimiento de las flores y los frutales. Y, especialmente, de los cerezos, que tiñen de rosa los campos y los jardines. Esta es una fiesta dedicada al florecimiento, la fertilidad y al amor. Es costumbre que las pedidas de matrimonio o las bodas se anuncien en estas fechas. Las jóvenes parejas buscan sellar su amor eterno bajo lso cerzos en flor, atando sus dedos índices con hilos rojos para simbolizar que están unidos por el destino.
- Día de la Cosecha: El mes del metal termina con la estación seca, y con ella la recogida de las últimas cosechas. En esta fiestas todos los pueblos y ciudades llevan comida a casa de sus familiares, hacen ofrendas en los templos y se divierten en los puestos ambulantes que paran en las ciudades, ofreciendo todo tipo de alimentos exóticos y dulces tradicionales. Es costumbre que durante todo el día no se pueda ni comer ni beber hasta el inicio de la fiesta al anochecer, momento en el que se abre la veda para comer cuanto se quiera hasta el despuntar del alba.
- Año del Dragón: Cada año el dragón se añaden dos fiestas más a la lista. En la luna llena del mes del aire se recuerda el gran sacrificio que el Emperador Yujin hizo para salvar a su pueblo de la tirana del fuego con distintas obras teatrales, representadas en el patio del Palacio Imperial, tras las cuales Yujin pronuncia un discurso para el pueblo. En la luna nueva del mes del fuego se realiza un recordatorio en los templos y los cementerios en honor a los caídos en la Guerra del Despertar, en el que los descendientes llevan flores y ofrendas a las tumbas de sus ancestros y familiares fallecidos.
La recuperación tecnológica ha permitido que vuelvan a existir los relojes, aunque éstos sólo pueden verse en las ciudades grandes, en altas torres donde se han podido reproducir sus mecanismos. Cada hora las campanas suenan, sonando tantas veces como el número de la hora que marcan, para que así todos los habitantes de cada ciudad puedan escucharlo. En las zonas más rurales siguen usándose relojes de sol, o midiendo el tiempo a la antigua usanza (por la posición del sol, la luna o las estrellas).
Clima y estaciones
La climatología en el Reino de Koshin es similar al del resto del mundo, aunque en general es bastante más húmedo gracias a que la mayor parte del territorio es bosque. Las temperatursa son constantemente cálidas, casi bochornosas, y son comunes los bancos de niebla y la calima en las costas. La estación seca dura aproximadamente unos tres meses, mientras que la estación húmeda ocupa casi diez. Nunca hace frío, excepto en las zonas montañosas, y no ha habido invierno desde antes de la Guerra del Despertar.
Fauna y Flora
Como la Guerra del Despertar no duró tanto como en el resto de territorios, en general la biodiversidad de Koshin se ha mantenido casi intacta. Al estar situado en terrenos muy montañosos hay multitud de valles, ríos y bosques; y la naturaleza se ha apoderado casi totalmente de las ruinas urbanas y los viejos búnquers. Además, las gentes koshianas cuidan la naturaleza y se esfuerzan en mantener su pequeño paraíso de forma sostenible, tratando de no consumir más de lo que necesitan.
Por ello, en estas tierras se pueden encontrar los mismos animales que había ante del despertar: tigres, serpientes, aves exóticas, elefantes, pandas, etc. Más de lo mismo con la vegetación, mayormente boscosa, formando tupidas junglas que rodean los campos de cultivo y los arrozales.
Por desgracia, esta utopía no se aplica a Koshin capital, pues esta macrociudad sí se ha vuelto bastante invasiva durante las últimas décadas, aprovechando las ruinas de las viejas ciudades para crecer tanto a lo ancho como a lo alto.
Por supuesto, se pueden encontrar los animales de granja y domésticos habituales en todas las poblaciones del mundo: caballos, vacas, perros y gatos de distintas razas, ovejas, etc.
Educación, oficios y cultura
Los koshianos, especialmente los dragones, valoran el conocimiento por encima de cualquier otro bien material. Por ello la educación es obligatoria en Koshin, ya sea para un dragón noble o para el hijo de un granjero humano. Por todas partes existen escuelas donde se enseñan las cosas más básicas, y si se lo pueden permitir, los estudiantes pueden acudir a los templos yoriokinos o a la casa de la familia que regente su región para recibir una educación superior. Gracias a esto, no existe apenas analfabetismo. Cualquiera puede escribir o comprar un libro, y existen bibliotecas públicas en todas las capitales. La Gran Biblioteca de Koshin es famosa por tener libros rescatados, escritos incluso en otros idiomas de la época A.D.; sin ningún tipo de edición o censura. Lo malo es que mucho de estos libros no han logrado traducirse o están incompletos, por lo que la imagen que los koshianos tienen de la época A.D. es bastante inexacta o poco detallada; y obviamente, los dragones no pueden llegar a entender cómo funcionó el mundo tecnológico en su día, ni siquiera los que lo vieron durante la Guerra.
Hacer carrera militar en el Ejército de Koshin es lo que mayor reputación y honor brinda a las familias, aunque por su puesto, existen todo tipo de oficios y trabajos. Algunos oficios se aprenden en las escuelas de las capitales, de un maestro o pasan de padres a hijos. Otros requieren de años de estudio y mucha meritocracia para poder seguir aprendiendo. Incluso las familias adineradas invierten tiempo en aprender, ya sea historia, arte, música, poesía o filosofía. Puede que los monjes yoriokinos sean los únicos que puedan ponerse al mismo nivel de reputación que los oficiales del ejército, pues se considera un verdadero acto de honor y sacrificio renunciar a todos los lazos familiares y posesiones para dedicarse en cuerpo y alma a la religión.
Técnicamente cualquiera puede desempeñar el trabajo que desee, sea de la raza que sea, pero normalmente las posibilidades las suele marcar el poder adquisitivo de cada familia. Estudiar cuesta dinero, que no todo el mundo tiene. Y, no nos engañemos, los dragones siguen siendo más fuertes y poderosos que los humanos. Por ende, no es de extrañar que el grueso del ejército koshiano esté formado por más dragones o híbridos que por seres humanos. No obstante, incluso existen dragones que prefieren buscar la paz de los templos o dedicarse a las labores humildes del campo para descansar de los años de guerra o buscar la redención por los actos cometidos.
Dado que el honor, la integridad y el pudor sí existen en esta cultura, los desnudos y el libertinaje no están bien vistos en sociedad. Así pues, trabajos relacionados con los placeres del juego, la carne, el opio y el vicio están considerados como caer muy bajo moral y socialmente.
Vestimenta y moda
Las vestimentas de las gentes de Koshin entran dentro del cánon medieval asiático, similar al estilo chino o japonés tradicionales. La gente de a pie usa telas algo más rudas y diseños simples, mientras que las familias adineradas se confeccionan la ropa con seda o caros bordados. El estilo de vestimenta es pulcro y minimalista: regarse de joyas puede considerarse demasiado ostentoso, así que ha que buscar cierto equilibrio entre la elegancia, la belleza y la simpleza.
Los piercings son habituales en Koshin, aunque sobre todo están de moda en Hongyun, donde es común hacerse varias perforaciones en las orejas, o llevar cadenillas que conecten los lóbulos de las orejas con aros en las aletas de la nariz. Como todo, demasiada ostentosidad puede considerarse un símbolo indigno o una descarada llamada de atención. Los piercings genitales son propios de las prostitutas y de los que venden su cuerpo por dinero.
Gracias a que han aprendido a procesar correctamente la tinta, los koshianos saben hacer tatuajes permanentes usando agujas, aunque es un proceso largo y muy doloroso y es sabido que la tinta se acaba volviendo de un color celeste oscuro con el paso de los años. No obstante sólo los humanos pueden tener estos tatuajes, ya que los dragones y los híbridos los pierden al transformarse. La única manera de hacerse un tatuajes permanente siendo un dragón es a través de la escarificación con agujas de jade.
De la misma manera, tatuarse la cara o llevar diseños muy evidentes o dibujos muy resaltados en zonas evidentes también puede considerarse indigno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario