Zonas inaccesibles:
- Las Tierras Gélidas son zonas heladas, representadas en un evidente color blanco. Todas esas tierras tienen temperaturas por debajo de los 2ºC y van en descenso a medida que se avanza hacia el norte. Los dragones, naturalmente, no tienen ninguna oportunidad de supervivencia en ellas. Pero tampoco puede decirse mucho más de los humanos, que tienen que enfrentarse a un desierto helado en el que no hay, literalmente, nada más que frío, nieve y gélidas tormentas.
- Los Cementerios Nucleares, marcados con el símbolo radiactivo en el mapa. Ni siquiera los dragones son inmunes a la radiactividad. Los viajes y estancias prolongadas en territorios contaminados acaban infectando tanto a humanos como a dragones, que inevitablemente acaban muriendo por culpa de la radiación. Ni siquiera se permite sobrevolar estas zonas debido a lo peligrosas que resultan.
- Las zonas pintadas en color oscuro son los Páramos, desiertos o tundras en las que no queda nada de interés, no crece verde y apenas hay criaturas. No es que no se pueda pasar por ellas, pero sencillamente carecen de interés. Los que más suelen colarse por estas zonas son los chatarreros o los nómadas que buscan restos en las ruinas del viejo mundo, pero normalmente sólo están de paso o no se alejan demasiado de las fronteras de las zonas habitadas, ya que la supervivencia es muy dura.
Zonas accesibles:
- Las zonas coloreadas en rojo son las pertenecientes al Imperio del Fuego.
- Las zonas coloreadas en verde pertenecen al Reino de Koshin.
- Las islas mediterráneas coloreadas de azul son los pueblos libres de Eneas.
Viajar dentro de las fronteras
Obviamente, los dragones suelen transformarse y volar para desplazarse entre ciudades o pueblos. Son conscientes de que, tanto en Koshin como en el Imperio; los cielos son seguros y existen patrullas vigilando de forma casi constante. No obstante, el cielo no tiene límites. Y por ello entra dentro de la responsabilidad de cada dragón aventurarse más allá de la seguridad de las fronteras, y arriesgarse a quedar expuestos a merced del frío, la radiación, el hambre, etc. Es por ello que los Exiliados y los nómadas siempre acaban rondando por los territorios conquistados sin acercarse a los núcleos urbanos: salir más allá es prácticamente lo mismo que suicidarse.
Para los que no pueden (o prefieren no) volar, el transporte y los viajes se realizan por tierra a través de un sistema de caminos y carreteras que atraviesan los bosques y las tundras, conectando la mayoría de ciudades y pueblos existentes. Las inmediaciones de las zonas habitadas suelen estar plagadas de guardias y cuentan con la vigilancia, tanto por tierra como por aire, de sus respectivos ejércitos.
También existe un tráfico constante de barcos que se mueven por las costas del Imperio y que atraviesan buena parte del Mar Mediterráneo y los mares del norte de Europa. Lo mismo se puede decir de las islas que ahora conforman Edén, ya que dependen de los barcos para poder conectar todas las tierras colindantes; o de los Reinos de Koshin, ya que Rishad, Koshin y Nyujeido son regiones costeras con multitud de puertos conectados entre sí.
Para los que no pueden (o prefieren no) volar, el transporte y los viajes se realizan por tierra a través de un sistema de caminos y carreteras que atraviesan los bosques y las tundras, conectando la mayoría de ciudades y pueblos existentes. Las inmediaciones de las zonas habitadas suelen estar plagadas de guardias y cuentan con la vigilancia, tanto por tierra como por aire, de sus respectivos ejércitos.
También existe un tráfico constante de barcos que se mueven por las costas del Imperio y que atraviesan buena parte del Mar Mediterráneo y los mares del norte de Europa. Lo mismo se puede decir de las islas que ahora conforman Edén, ya que dependen de los barcos para poder conectar todas las tierras colindantes; o de los Reinos de Koshin, ya que Rishad, Koshin y Nyujeido son regiones costeras con multitud de puertos conectados entre sí.
Viajar entre continentes
Para viajar entre continentes, los humanos usan barcos que parten de Puerto Krosan. Éstos tardan meses en cruzar el océano Atlántico hasta llegar a Edén. Los dragones, obviamente, cruzan el océano volando, pero normalmente les lleva entre dos y tres días alcanzar la costa. Por ello, el Imperio asegura un tráfico constante de barcos, ya sean mercantes o de pasajeros, que permite que los dragones puedan aterrizar en alguno de ellos para descansar, comer y retomar el vuelo hacia su destino.
No hay rutas comerciales entre El Imperio del Fuego y Koshin, por lo que cruzar el Pacífico queda totalmente descartado. Pero si alguien quisiera viajar entre los dos imperios, la manera más rápida es coger un barco en Isaur, atravesar el Mar Rojo y bordear las costas al sur de Asia hasta llegar a los puertos de Hongyun (o en sentido inverso si alguien de Koshin quisiera ir hacia el Imperio).
La última opción, más peligrosa y larga (puede llevar hasta tres meses) es hacerlo a pie, por las viejas carreteras y caminos que aún se pueden encontrar en la frontera este de Isaur, atravesando los Montes Zagros y bordeando el Himalaya por el sur hasta llegar a la frontera de Rishad.
La última opción, más peligrosa y larga (puede llevar hasta tres meses) es hacerlo a pie, por las viejas carreteras y caminos que aún se pueden encontrar en la frontera este de Isaur, atravesando los Montes Zagros y bordeando el Himalaya por el sur hasta llegar a la frontera de Rishad.
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